Cuando conocí a Elena descubrí que soy persona altamente sensible ¡Por fin todas mis rarezas tenían nombre!

Tras darme cuenta, empecé a trabajar con ella, y ha sido como una lucecita mágica, que me ha iluminado y me ha enseñado un camino resplandeciente.
Me ha hecho darme cuenta de mis valores, creencias y sobre todo que una gestión adecuada de este rasgo es posible.
La forma en la que trabaja Elena lo hace todo muy fácil, es comprensiva, risueña, gran persona, de esas que quieres en tu vida para siempre.
Te apoya en todo desde el primer momento y, sobre todo, te hace comprender que todo lo que tú crees que es tan malo para ti, no lo es tanto, todo tiene un lado positivo.